miércoles, 21 de noviembre de 2012

TERCERA EDAD Y MEDIO RURAL

El medio rural es una cantera de oportunidades. Favorece la creación de servicios de atención social, que son “fuente de desarrollo sostenible” y creación de empleo, “con especial incidencia en la mujer”. La intención de ENclaverural es reunir estas iniciativas que se desarrollan en entornos rurales del país y que han sido calificadas como “buenas prácticas” porque fomentan el envejecimiento activo y la atención a las personas en situación de dependencia.
Se destacan también los nuevos servicios de proximidad para la estimulación, atención y cuidado de las personas mayores dependientes o con discapacidad, nuevos modelos de centros de atención adaptados a las características y necesidades de los territorios rurales y proyectos de dinamización y fomento de la participación social.

Las buenas prácticas se distinguen por su carácter innovador y eficacia para mejorar la calidad de vida. Se definen como tales a partir de ocho criterios que, además de fijarse en los dos rasgos anteriores, valoran la participación activa de las personas, la posibilidad de ponerse en práctica en otro entorno rural, la planificación del proceso, la eficiencia en la organización de los recursos, el impacto positivo y la durabilidad de su aplicación.

Las iniciativas que cumplen estos requisitos son comunicadas a ENclaverural mediante un correo electrónico, que se ePara dar a conocer las iniciativas que pueden ser reconocidas como buenas prácticas, hay que enviar un correo electrónico a:
* bbppenclaverural@solidaridadintergeneracional.es
Por AZUCENA GARCÍAnvía junto a una ficha técnica del proyecto y una auto-entrevista.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Programas actuales de atención a la infancia

 Aspectos específicos de la infancia rural.
La Educación Infantil no tiene sentido al margen del medio en que uno nace. Los primeros procesos de adaptación se generan en el hábitat familiar, allí es donde el niño/a estructura su organización neurobiológica, despierta los sentidos, los sonidos y las primeras palabras empiezan a tener significado.
Así, no podemos negar la influencia que ejerce el medio en el que nos desenvolvemos. Los niños/as de la E.I.R. viven inmersos en comunidades que poseen unas características específicas, que los condicionan dando a sus conductas actitudes, intereses y matices particulares y propios de su zona.
De este modo, podemos notar en nuestos niños/as rurales las siguientes manifestaciones:
a) La precocidad de la autonomía motriz.
La población rural presenta unas dimensiones del hábitat familiar de mayor amplitud. Lo que permite la construcción de un esquema espacial dinámico y mucho más ágil. El dominio del espacio y su conquista motriz pronto llegan a ser objetivos cubiertos, ya que la plurivalencia de los objetos y la manipulación de los mismos que los alumnos/as hacen en el medio rural reproducen las condiciones necesarias para que se lleve a cabo precózmente. Es este un elemento muy positivo que incide sobre la madurez biológica y necrológica del alumnado rural y que deben ser tenidos muy en cuenta en los programas escolares.
b) La valoración del grupo por encima del sujeto.
La comunidad rural conserva esquemas propios en la configuración de la afirmación personal infantil, que proceden de la valoración del grupo por encima del sujeto y que acaban por imponerle normas derivadas de la costumbre, configuradas en el espacio familiar vivido como una microsociedad patriarcal. Esta peculiaridad hace que los adultos en sus relaciones con la población infantil prefieran la autoridad que impone la tradición a la autoridad que pone la racionalidad. Por tanto, la escuela debe ofertar a la comunidad infantil rural actividades que nazcan de los propios intereses infantiles, conocer las ideas previas que los niños/as aportan sobre ellas y propiciar la discusión sobre su forma de realización, para descubrir al niño/a puntos de vista distintos procedentes de la aportación de sus compañeros/as o del propio educador/a.
c) Desarrollo verbal personal.
El lenguaje en este medio tiene una idiosincrasia propia y siempre relacionado especialmente con el mundo que le rodea. Hablar del lenguaje en el medio rural es hablar de variedad de lengua, de patrimonio de hablas, de riquezas de léxicos, de abundancia de modismos con términos muy característicos de cada zona que conlleva a la abundancia de incorrecciones tanto léxicas como semánticas. Por lo tanto, la E.I.R., debe tener en cuenta estas variables si quiere convertirse en un instrumento mediador entre su código y el lenguaje del educador/a, para así generar y desarrollar códigos competentes y distintos en función del contexto y del destinatario.
d) El lenguaje escrito.
En la E.I.R., se detecta una cierta apatía por el lenguaje escrito. Los mayores no lo suelen utilizar, y para comunicarse carece de importancia. La Escuela Rural ha de tener en cuenta que su aportación en este sentido es imprescindible, debe ofrecer al niño/a un proceso metodológico, científicamente actualizado que facilite el acceso al ciclo siguiente.
e) La E.I.R. dinámica.
La heterogeneidad cronológica que presenta la E.I.R., es lo que provoca esta dinamicidad. El grupo heterogéneo es más favorable a la interacción educativa y más propenso a la génesis del aprendizaje significativo. Lo que tanto nos angustia es una de las principales bases con la que contamos, y es una ventaja con respecto al medio urbano. El alumnado tiene que estar preparado, sin importar la edad cronológica, y esto afortunadamente se puede llevar a cabo en el medio rural, mientras que en el medio urbano es casi imposible.
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